Las y los participantes de esta Audiencia Introductoria del Capítulo México del Tribunal Permanente de los Pueblos expresamos nuestro reconocimiento hacia nuestras hermanas y hermanos del estado de Chihuahua por la entereza con que desde hace años denuncian, como lo han hecho también en esta sesión, al par que resisten y luchan en contra de las brutalidades que el Estado mexicano, de manera descarada, causa y ejecuta, ya por vía de omisión o acción directa o indirecta, en contra de ellos, violentando todos los aspectos de su vida cotidiana.
Acusamos y responsabilizamos a las autoridades de todos los niveles de gobierno por los crímenes de lesa humanidad que comete sistemáticamente contra nuestro pueblo mexicano y, en el caso concreto de nuestro estado hermano Chihuahua, repudiamos todos los hechos violentos que se perpetran actualmente y de los que a raíz de esta denuncia puedan materializarse bajo jurisdicción y responsabilidad de César Duarte, gobernador del estado de Chihuahua y Felipe Calderón Hinojosa, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y comandante en jefe de las fuerzas armadas.
Denunciamos y condenamos la traición del Estado mexicano al entregar nuestro territorio y nuestro pueblo a las manos del capital trasnacional por medio de su aparato legislativo, ejecutivo y judicial, así como su política de terrorismo de Estado, en complicidad con los organismos internacionales que se dicen defensores de los derechos humanos y promotores de desarrollo. Repudiamos, así, el estado actual de neocolonialismo que padecemos en contra de nuestra voluntad, mismo que nos somete a la sobreexplotación, despojo y destrucción permanente e irreversible de nuestros territorios y bienes comunes, así como al abuso y represión que mantienen al país en una dinámica de aniquilamiento de nuestras personas, nuestras familias, nuestras comunidades, nuestras culturas, nuestros horizontes y nuestra esperanza.
Hermanas y hermanos: nos hemos buscado y encontrado en un Juárez que es uno de los epicentros de la dignidad de nuestro pueblo, que resiste y enfrenta a una de las expresiones más brutales del capitalismo neoliberal que se está llevando a cabo en nuestro país y que ahora está siendo replicado en otras partes del mismo. Tenemos que ser capaces de generar muchos epicentros de apoyo para el estado de Chihuahua, y ver en ella el rostro de todo México, así como el estado de Chihuahua lo ha hecho con otros rostros de lucha de nuestro país.
Las y los caravaneros reafirmamos el compromiso de lucha que nos trajo a esta tierra, por lo que consideramos también importante abrazar y llevar todas las voces que hemos escuchado en este recinto a nuestras comunidades, para así fortalecer nuestras luchas, unificar todas las resistencias ya existentes y empezar a escuchar a otras voces ignoradas.